Hay varias definiciones, pero comúnmente está asociados a los pensamientos, sentimientos y conductas que experimenta una persona debido a la pérdida de algo importante.
No solo se experimenta después de una muerte. Puede sentir dolor por la pérdida de una relación, un ser querido, un trabajo, un objeto, una mascota o cualquier otra cosa que una persona valore.
En este artículo nos vamos a enfocar en el duelo a causa del fallecimiento de un ser querido.
Sufrir una pérdida bien sea de un familia o de un ser querido, es algo que probablemente todos nosotros experimentaremos durante nuestra vida.
La forma en que respondemos a esa pérdida es variada, aunque hay algunas experiencias compartidas comúnmente.
Es probable que esté familiarizado con la noción de las etapas del duelo. Si bien muchas de estas «etapas» son comunes, no todos las experimentan en la misma medida y no necesariamente en un orden específico. Sin embargo, sirve como un buen lugar para comenzar el proceso de explicar los síntomas del duelo, especialmente las manifestaciones emocionales.
Se considera la «segunda» etapa del duelo, aunque no siempre aparece en un orden directamente detrás de la negación. Es común tener sentimientos de impotencia y frustración por no poder cambiar lo que pasó, y esto muchas veces se manifiesta como ira. Este enojo es natural, aunque no es necesariamente saludable usar ese enojo contra personas que no son responsables de su pérdida, y eso lo incluye a usted mismo.
Esta etapa a menudo se manifiesta como cuestionar su propio comportamiento, tal vez sintiendo que si solo hubiera hecho algo, o si no hubiera hecho algo, es posible que su ser querido no hubiera muerto. Muchas personas religiosas y espirituales recurren a un poder superior en este punto, orando para llegar a un acuerdo, sin importar cuán poco realista pueda ser.
Otra etapa que puede aparecer en cualquier momento durante el proceso de duelo, y que a menudo aparece y desaparece sin previo aviso, es la depresión. Esto es más que tristeza y llanto; hay sentimientos de arrepentimiento, soledad y estar abrumado. También hay problemas fisiológicos como la disminución del apetito y el insomnio.
Considerada durante mucho tiempo como la etapa «final» del duelo, la aceptación llega cuando aceptas la realidad de la situación. En otras palabras, los síntomas de shock después de la muerte de un ser querido desaparecen.
Llegas a un acuerdo con el hecho de que tu pérdida ocurrió, es probable que no haya nada que pudieras haber hecho que pudiera haber marcado una diferencia, y que no puedes cambiar el pasado, sino que tienes que seguir viviendo. Puede llevar años alcanzar la aceptación; nuevamente, todos procesan su duelo de manera diferente y en diferentes líneas de tiempo.
Lamentablemente, no existe una cura mágica que pueda hacer que su dolor desaparezca de la noche a la mañana. Cualquiera que esté sufriendo una pérdida de un ser querido a menudo se siente solo, a la deriva en mares extraños sin tierra a la vista, lo que puede hacer que tratar de procesar su dolor parezca una tarea imposible.
Lo que es importante recordar es que no estás solo, incluso si te sientes así. Es natural sentirse impotente, enojado, deprimido, frustrado o incluso culpable cuando se trata de un duelo. Recuerde que usted no es la primera persona que tiene estos síntomas de duelo.
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La incineración, un método cada vez más popular para la disposición final de restos humanos, consiste en reducir el cuerpo a cenizas a través de altas temperaturas en un horno crematorio. Este proceso implica cumplir con ciertos requisitos legales, preparar adecuadamente el cuerpo y utilizar un contenedor apropiado, permitiendo a las familias despedirse de sus seres queridos de manera significativa.
Organizar un entierro tras la pérdida de un ser querido es un proceso desafiante. Es fundamental obtener el Certificado Médico de Defunción y consultar un testamento, además de decidir entre cremación o entierro. Con la preparación adecuada, se puede rendir un homenaje significativo que ofrezca consuelo a los dolientes.
Cuando perdemos a un ser querido, encontrar las palabras adecuadas puede ayudarnos a sanar y a despedirnos con amor. Unas pocas frases significativas permiten honrar su memoria de manera sincera y conmovedora.
